Miércoles 19 de Mayo de 2010, All Boys disputaba el primer partido por la Promoción a la Primera División “A” frente a Rosario Central, algo que de por si era una instancia excepcional, un logro en sí mismo, tener la posibilidad de dar el gran salto.
Jugar una Promoción con un equipo de Primera era una final inesperada después de tantos años en el ascenso, el Blanco y Negro de Floresta iba a tener la chance de pelear por volver a la máxima categoría y de esa forma se empezó a vivir como una fiesta en el barrio, volvían los visitantes y se recibía a los rosarinos en el Islas Malvinas.
El partido fue ampliamente favorable a All Boys, el equipo de Rosario nunca hizo pie en el campo de juego, se sintieron muy visitantes y eso sumado al buen partido del Albo, la entrega y la lucha en cada pelota, hicieron que por algún momento los de Floresta parecían ser los de la categoría superior.
Fallos arbitrales polémicos favorecieron a Central, que llegando el final del partido encontró su suerte en la tarde, a través de un tiro de esquina el empate inmerecido se festejaba como un triunfo, el que les daba la sensación de haberse salvado el descenso. La Promoción quedaba empatada y la definición era en Rosario, con ventaja deportiva para el equipo de la A.
Pero esa tarde la fiesta de All Boys fue tan grande que nada detuvo el poder seguir soñando, el barrio, los hinchas, todos sintieron que esa tarde la Primera A estaba mucho más cerca. Cuatro días había que esperar para la revancha, días suficientes para organizar la caravana a Rosario, un momento único, volver a tener la posibilidad de ir a alentar a All Boys de visitante después de 3 años, con ello la alegría estaba garantizada.
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