Estadio Islas Malvinas

Comienzos

La historia del estadio de All Boys comenzó en el año 1959, cuando gracias a la gestión del presidente Jose Mazzaro, se le otorgaron al Club los terrenos que estaban comprendidos entre las calles Mercedes, Miranda, Chivilcoy y Álvarez Jonte. El anterior estadio de Segurola 1785, propiedad de Santiago Roca, comenzaba a ver los últimos partidos de All Boys ya que su propietario estaba decidido a venderlo, pero el desalojo no se produjo hasta que el Club obtuviera un nuevo terreno.

El año 1960 sería el último encuentro que se disputo en Segurola, para el año 1961 comenzaba el desmantelamiento y mudanza de los viejos tablones y la estructura de la tribuna. La firma Georgalos, fabricante del famoso Mantecol que había adquirido ese terreno, le cedió a All Boys una importante cifra de dinero para solventar los gastos de la mudanza. Los mismos hinchas fueron los encargados de los traslados a la nueva locación. Unas pocas obras comenzaron, pero pasaría mucho tiempo hasta que el nuevo estadio estuviera listo, la falta de dinero hacia que se retrasara demasiado la finalización del nuevo estadio.

Con la llegada de Orlando Lipara a la presidencia en 1962, cumpliendo sus promesas, las obras del estadio se reactivaron. Se crea la subcomisión de obras y se comienza a recolectar fondos.

Luego del descenso del equipo a la Primera C, en 1963, los dirigentes se abocaron definitivamente a finalizarlo para la segunda ronda de ese torneo. El hecho de volver a jugar de local podría influir positivamente para obtener el campeonato y retornar a la Primera B. Con un gran esfuerzo de los hinchas se pudo concluir. Así fue que el 28 de septiembre de 1963, cuando All Boys debía jugar ante el Deportivo Riestra, se dio por inaugurado el nuevo estadio. Antes del encuentro se dio la inauguración oficial, a la que concurrieron en gran número los hinchas y personajes importantes de la política y de la religión del barrio. Orlando Lipara cerró el acto con un discurso dejando inaugurada oficialmente la nueva casa de All Boys.

El estadio constaba de solo dos tribunas: una de tablones, que había sido parte del viejo estadio de Segurola 1785, y que había sido levantada de espaldas a la calle Chivilcoy. La otra tribuna era de cemento y daba sobre la calle Mercedes. Los vestuarios fueron instalados en la esquina que formaban las calles Miranda y Chivilcoy. Mientras que detrás del arco que daba a Jonte quedo un playón grande donde ahí se realizarían los famosos carnavales.

A los pocos años un grupo de socios identificados con Benigno Ortiz, que luego sería presidente de la institución, propusieron la construcción de una segunda bandeja sobre la tribuna de la calle Mercedes. En 1968 con la contratación de una empresa constructora dieron comienzo a la construcción, pero los pocos recursos económicos hicieron que la construcción quedara por la mitad. Ante esto, los socios se hicieron cargo de finalizarla. Pero con la finalización material de la tribuna no seria el fin definitivo de ella, sino que a partir de allí comenzaría un largo ida y vuelta para su definitiva habilitación por parte de la Municipalidad, que sería por el año 2009.

Antes, en el año 1965 se trasladarían los vestuarios debajo de la tribuna de la calle Mercedes, los cuales para su época fueron de lo más moderno y con grandes comodidades. Hasta tenían sistema de audio para escuchar música. El presidente era Carlos Medici que llegaba después del trágico fallecimiento de Orlando Lipara.

Década del 70


Luego del ascenso a la Primera división, en 1972, el estadio comenzaría ver variaciones en su fisonomía, se levanta una pequeña tribuna detrás del arco de Álvarez Jonte y que, pocos años más tarde, detrás de allí se construiría el actual gimnasio techado y, detrás del arco de Miranda se levantaría otra tribuna, más pequeña que la otra, de unos cuatro escalones. Esa ampliación del estadio se debió en parte a una recomendación del DT, Víctor Rodríguez (1973 – 1974), “para que el equipo rival sintiera la presión de la gente”.

Década del 80

Otra vez en la segunda categoría, durante el año 1982, bajo la presidencia de Graciano Corniola, el estadio seria bautizado (después de casi veinte años de su fundación). Y no fue por un hecho meramente deportivo, sino por un hecho político-militar. El 2 de abril de 1982 un grupo de las Fuerzas Armadas desembarco en las Islas Malvinas, que se encontraban bajo el control del reino británico, y tomo el control para el estado argentino de las islas. El suceso fue muy celebrado y la dirigencia del Club, para sumarse a las celebraciones decidió bautizar el estadio con el nombre de Islas Malvinas. El 24 de abril de 1982, antes de enfrentar Defensores de Belgrano se descubrió una plaqueta en el que quedaba estampado el nombre del estadio

Al año siguiente de este trascendental hecho, se termina de construir y remodelar debajo de la tribuna de Mercedes y allí comienza a funcionar la secretaria del Club y diferentes dependencias. All Boys dejaba de alquilar locales para tener su secretaria.

Década del 90

Luego las diferentes crisis económicas por las que pasara el Club hicieron que muy poco se pueda realizar en cuanto a estructura al estadio. Recién en el año 1998 se instaló en el estadio luz artificial, el 8 de agosto con un partido entre dos equipos del plantel de All Boys que disputaría el torneo de la B Nacional de ese año, se dio por inaugurado el sistema lumínico. Se instalaron dos torres sobre Chivilcoy y una tira de foco sobre la tribuna alta, la cual había dejado de ser tribuna “popular” y a partir de ese año pasaría a ser una platea, con una capacidad de 1200 lugares.

Tres años después debieron sacar las torres de iluminación luego de que una tormenta las hiciera doblarse.

Actualidad

Ya por el año 2001 un grupo de socios que se llamaban Grupo Miranda, comenzó con la idea de construir una tribuna detrás del arco de la calle Miranda, en donde había dos canchas de futbol 5. Pero su manera de solventar el proyecto fue a pulmón. Socios e hinchas hacían su donación durante los partidos, comprando rifas, asistiendo a cenas o comprando bolsas de cemento. Así fue que el 16 de agosto el sueño de varios hinchas se vio hecho realidad, ese día ante la selección Argentina sub-20, se inauguró la nueva tribuna con capacidad para tres mil personas. Ese día quedo marcado como el día del hincha de All Boys.

En 2006 se comenzó con el desmonte de la vieja tribuna de tablones y en el mes de septiembre se dieron inicio a la construcción de la nueva tribuna del estadio. Esta, al contrario de la anterior tribuna y de todo el estadio, fue encarada por la dirigencia. Menos de un año más tarde, el 2 de febrero de 2007 se inauguraría conjuntamente al nuevo sistema lumínico del estadio. Esa noche All Boys derrota a Comunicaciones 2 a 0 y se encaminaba para obtener el campeonato. La tribuna mide unos cien metros de largo y tiene unos 27 escalones de alto, con capacidad para unas 8 mil personas. Debajo, se trasladaron los vestuarios y demás dependencias.

Para el año 2010, con el equipo en la primera división se realizaron las últimas modificaciones al estadio, esta vez fue la platea baja. Ahora toda la tribuna seria platea, ya que una parte era popular de socios, se sacó el alambrado y se puso una reja más baja de lo habitual y se instalaron más cabinas de transmisión.